lunes, 20 de julio de 2009

man on the moon

No entiendo nada. Nadie me hace caso. Hace rato que estoy llamando a gritos y no viene nadie. Hace un calor horroroso y ni siquiera soporto el roce de estas finas sabanas de hilo q me hizo mi madre. Son las tres y media de la mañana y sólo quiero beber un poco de agua. Nada, no hay manera... Ahora que lo pienso, he visto muchas veces cómo lo hacía mi madre, dónde está la jarra, los vasos. Es tan sencillo como bajar a la cocina y beber agua; pero no entiendo por qué no me hacen caso. Allá voy.

Lo primero es salir de esta cuna. Con los pies sudados es más difícil, pero no imposible. Lo malo es llegar al suelo...Aaay, menos mal que está el pañal. Y a está. ahora se trata de llegar hasta la puerta, caramba, me podía haber aplicado más en esto de andar, pero gateando soy un portento. Siguiente objetivo: la escalera. Uf esto es peor, voy a pedir ayuda, a ver si ya me oyen... pero, ¿quién está hablando? ¿De quién es esa voz? ¿Quién ha venido? Y sobre todo ¿¡por qué no me hacen caso!? Ah, debe de ser la caja esa que trajeron el otro día que tiene dentro personas muy serias y con muy mal color.

Vale, seguiré a lo mío, estos escalones son altos, a ver a ver, a...aaah...AAAAAAH!!!! BUUAAA!!!!

"¿Qué ha sido eso?" "La niña, señora, la pequeñica que se ha caído por las escaleras y se ha tirado el jarrón encima" "¡Ay Dios mío, mi niña!"

"Es un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la Humanidad"...


1 comentario:

h.s. dijo...

Cuando alguién nos señala la luna, la mayoria mira el dedo. Lo aprendí en la tierra.