Una servidora, hoy lunes, 20 de abril, treinta y nieve años después de la canción de Serrat, y treinta de la de Celtas Cortos, proclama que las manzanas siguen sin oler, pero que vamos conociendo al vecino, y a los viejos no es que se les aparte, es que se nos van muriendo. El mar prosigue en su agonía de mierda y plástico y la Tierra ya no se conoce ni a ella misma en un mundo obsolescentemente programado donde ni salen las cuentas ni llegamos a ningún lado porque no vamos a ninguna parte.
Ya ves, Joan Manuel, tampoco ha cambiado tanto. Solo vamos a peor. Por ahora.
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