domingo, 5 de abril de 2020

vigésimo segundo día del estado de alarma. tiempo de bricolaje



Ha cambiado el viento, viene del sureste. Sé que traerá lluvia otra vez. El cielo, no obstante, está precioso. Menos mal que me quedan kilómetros de cielo.

Es tiempo de bricolaje. Siempre toca en primavera. Las grandes cadenas te bombardean con ofertas de pinturas, barnices y todo tipo de cachivaches que hacen feliz a un ejército de manitas dispuestísimo. Entre mis vecino tengo varios, y si ayer era el del segundo el que dejo el balcón prístino, hoy el de arriba, no ha querido ser menos y se ha puesto a lijar las ventanas... A las nueve de la mañana un domingo. el mismo que se queja si hacemos vida normal y él, que trabaja a turnos, tiene que dormir por las mañanas. Es lo que tiene la convivencia. En momentos como este, te das cuenta de lo conveniente que es no llevarte del todo mal con los vecino, porque son los únicos con los que puedes hablar al natural (en pantalla, es un no parar, pero eso es otra historia..).






No hay comentarios: